Diego SosaSeamos claros: no fue la sustancia del tuit de Donald Trump lo que hizo que su crítica a Bitcoin y Libra fuera tan importante la semana pasada.
No debería sorprendernos que este presidente de los Estados Unidos se declare a sí mismo “no un fanático” de las criptomonedas “altamente volátiles” “basadas en el aire” que “facilitan el comportamiento ilegal “ o que prefiere una moneda “confiable” llamada el dólar de los Estados Unidos! “
Cualquiera que supusiera que Trump sería un defensor libertario para el dinero resistente a la censura, tenía una visión mal informada de un hombre cuyo gobierno está apilado con ex ejecutivos de Wall Street, que se opone al libre comercio y la inmigración, y toma un enfoque draconiano a una variedad de derechos civiles y libertades sociales.
Lo que importa es el hecho de que un presidente en ejercicio mencionó las criptomonedas. De hecho, desde una perspectiva de precios, los comentarios despectivos de Trump son, en general, positivos para Bitcoin. Para el viernes por la noche, la acción del precio posterior al tuit reflejó eso.
Más importante aún, el tuit marca un hito simbólico en la presencia gradual pero en constante expansión que la criptomoneda ocupa en la conversación pública sobre dinero y política.
También marca el punto de partida en una batalla titánica sobre la forma de nuestro sistema monetario global.
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¿Por qué una vergüenza de tuit de Trump es positiva para el precio de Bitcoin? Bueno, el Bitcoin debe seguir siendo relevante para tener éxito, y esto fue, al menos, un reconocimiento de las salas de poder de su relevancia.
Simplemente dándole la hora del día, Trump reveló que las personas dentro de los altos niveles de la estructura de poder de los Estados Unidos se están dando cuenta del desafío que la tecnología de criptomonedas le plantea.
También es importante: el tweet llegó poco después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, uno de los sacos de boxeo favoritos del presidente de los EE. UU., Describió Bitcoin, en el testimonio del Senado, no como un vehículo de pagos sino como “una alternativa al oro … una reserva de valor … un reserva especulativa de valor “.
Powell no estaba diciendo que él vio como el oro bitcoin-como per se; fue una referencia a cómo la mayoría de los usuarios de bitcoin lo tratan actualmente y, en ese sentido, simplemente estaba afirmando un hecho. Aún así, le dio cierta legitimidad a la afirmación de Bitcoin de ser el reemplazo de la era digital de esa antigua reserva de valor.
Y si pensamos en cómo se ha utilizado el oro durante la era de la moneda fiduciaria, como protección contra los riesgos políticos inherentes a las monedas nacionales, entonces este doble golpe difícilmente podría ser mejor para aquellos que argumentan que Bitcoin debería desempeñar ese papel en el siglo XXI. .
Piénselo: obtuvieron el banco central más poderoso del mundo para describir Bitcoin en esos términos. Poco después, un político egoísta que ocupa el puesto de gobierno más poderoso del mundo demostró por qué podría desear tal protección.
Amplificando la narrativa
Todo esto entra en el contexto del anuncio el mes pasado del proyecto de criptomoneda y blockchain patrocinado por Facebook, Libra .
Como era inevitable cuando una compañía poderosa y contenciosa lanza una idea radicalmente nueva, la llegada de Libra ha ampliado enormemente lo que me gusta llamar la “economía narrativa” en la que prosperan las criptomonedas.
Con su potencial influencia global basada en la base de usuarios de 2.700 millones de Facebook, Libra está obligando a las personas, líderes corporativos, banqueros y, lo más importante, líderes gubernamentales, a pensar y hablar sobre las criptomonedas. Es lo que provocó la pregunta a Powell de Mike Crapo, presidente del Comité Senatorial de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos, y fue el foco principal de la respuesta del presidente de la Fed. Y es claramente lo que inspiró a Trump a llevar a Twitter, dado que su publicación de tres tweets incluía una línea que decía que Libra “tendrá poca reputación o confiabilidad” y necesitaría buscar una carta bancaria para poder operar.
No olvidemos tampoco que esto ocurre justo antes de las audiencias de Libra de la próxima semana convocadas por el Comité de Servicios Financieros de la Cámara, convocado por su presidente, Maxine Waters, quien advirtió que no se puede permitir que el proyecto de Facebook compita con el dólar .
Que haya una alineación entre Trump y Waters en un tema es en sí mismo histórico. Pero también insinúa la batalla de poder en juego. La creciente conversación trata sobre la estructura de nuestro sistema financiero y sobre el dominio de los intermediarios que administran ese sistema: bancos, profundamente integrados como están en nuestro sistema de gobierno, dinero y poder.
Como guardianes del sistema de moneda fiduciaria dominante, los bancos, y, por extensión, los líderes políticos que determinan cómo regularlos, pueden dificultar que las personas utilicen criptomonedas descentralizadas como Bitcoin y monedas privadas respaldadas por empresas como Libra. El tweet de Trump, con un alto grado de especificidad, parecía sospechosamente como si hubiera sido redactado por alguien con intereses en el sector bancario.
Pero poner fin a todo esto no será fácil para los gobiernos. La mayoría de las criptomonedas, ya sea bitcoin o Libra, se basan en software de código abierto. ¿Pueden esos gobiernos prohibir el software? Técnicamente sí, pero ¿cómo se coordinarán globalmente en torno a ese esfuerzo, cómo lo detendrían?
Tal como están las cosas, muchos bancos centrales de repente parecen estar adoptando la estrategia “si no puedes vencerlos, únete a ellos”. China Daily, propiedad del gobierno, informó esta semana que China estaba acelerando sus planes para producir una moneda digital. Eso ocurrió una semana después de que Agustin Carstens, jefe del Banco de Pagos Internacionales, dijera que los bancos centrales introducirían monedas digitales “antes de lo que pensamos “. Fue un cambio notable de alguien que meses antes le había dicho a los codificadores de criptomonedas que “dejaran de intentarlo”. para crear dinero “, y descartó cualquier valor en las monedas digitales del banco central .
Probablemente más importante, justo en el momento del anuncio de Libra el mes pasado, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, lanzó una bomba, diciendo que el BOE proporcionaría fondos a las empresas tecnológicas , un movimiento aparente para encabezar el desarrollo fintech en Londres en un momento en que Brexit ha amenazado a la industria bancaria. La apertura plantea una gran oportunidad para que Libra y otras monedas estables brinden nuevos servicios de pago de “banca limitada”.
Las cosas están a punto de volverse muy confusas, en otras palabras, con monedas corporativas privadas, criptomonedas descentralizadas y monedas digitales administradas por el gobierno, todas compitiendo por la primacía en el mundo del dinero. Gracias a Libra, pero realmente, gracias a Bitcoin antes, la economía narrativa en torno a la innovación monetaria se está amplificando seriamente.
Comunidades de historias
A medida que aumenta el nivel de ruido, cada vez más personas preguntarán y explorarán alternativas a las monedas principales como bitcoin. También lidiarán con las oportunidades, los riesgos y los desafíos disruptivos que plantea dicha elección.
Esencialmente, un ejercicio gigante de narración colectiva ha sido empujado a toda marcha. Las historias siempre han impulsado la adopción de nuevas ideas, construyendo el tejido emocional conectivo sobre el cual se forman las redes sociales y las comunidades a su alrededor. Y eso, a su vez, el desarrollo de una comunidad en torno a una idea compartida, es en última instancia lo que sustenta una moneda.
Trump, quien con sus 62 millones de seguidores en Twitter tiene un poder de transmisión mayor que cualquier red de noticias, está contribuyendo a este ejercicio de narración colectiva. Tal vez sea el personaje frustrado, oponiéndose a los HODLers y a los entusiastas de la criptografía “To the Moon”, pero incluso en ese papel está impulsando la narrativa, esencialmente alimentando la resistencia, alentando a sus oponentes a contrarrestar los contraargumentos y, de Por supuesto, memes.
Lo que nos lleva al otro factor que garantiza que el tweet de Trump, más que cualquier otra declaración de un funcionario del gobierno, demostrará ser fundamental para generar rumores y bravatas en torno a este tema: el propio Twitter.
Twitter no solo es el vehículo favorito del presidente para comunicarse con el público, sino que también representa el segmento más importante de la economía narrativa de las criptomonedas. Si alguna vez hubo una comunidad preparada para responder a esas tres publicaciones cortas, fue Crypto Twitter, que respondió de inmediato con su mezcla especial de snark, humor y pasión.
Dios sabe a dónde va todo esto. Pero una cosa es segura: el carnaval de criptomonedas se volvió más salvaje.
